Ron Carter · Dear Miles · Jazz Voyeur Festival 2008
El músico estadounidense Ron Carter es el siguiente protagonista del ciclo de conciertos del Jazz Voyeur 2008 que se desarrolla en Palma de Mallorca.
El miércoles 23 de abril, en el Conservatorio de Palma, Ron Carter presentará su particular homenaje a Miles Davis, Dear Miles que es el título de su último trabajo discográfico, con Stephen Scott en piano, Payton Crossley, batería y Roger Squitero, percusión.
Más de treinta y cinco años en el jazz y de 2000 discos grabados, han convertido a Ron Carter en una de las voces más distinguibles del contrabajo.
Nacido en Fernandale, Michigan en 1937, comenzó a tocar el cello a los diez años para después cambiar al contrabajo. Graduado en la Escuela de Música de Manhattan, desde principios de los sesenta trabajó al lado de grandes líderes como Chico Hamilton, Julian Cannonball Adderley, Eric Dolphy y Jacki Byard.
El año 1963 marcó su reunión con el pianista Herbie Hancock, el baterista Tony Williams y, un año después, el saxofonista Wayne Shorter, para convertirse en el grupo de jóvenes músicos que suplirían al legendario quinteto del trompetista Miles Davis.
Desde fines de los cincuenta sus diversas agrupaciones habían incluido a ejecutantes de la talla de Red Garland, Wynton Kelly y Bill Evans en el piano, Adderley, Sonny Rollins y John Coltrane en el saxo, Paul Chambers en el contrabajo y Jimmy Cobb y Phily Joe Jones en la batería. Ocupar el lugar de Paul Chambers, el enorme contrabajista que había acompañado a Miles desde 1955, requería de un músico de grandes dotes.
El trompetista lo sabía y por eso llamó a Ron Carter, quien desde su departamento en el Bronx de Nueva York con voz pausada dice que entonces su reacción no fue de sorpresa. "No me importaba ocupar el lugar de Paul Chambers, ni siquiera lo pensé. Simplemente Miles me llamó para un trabajo y yo acepté".
A su juicio, el trompetista no contrató a un grupo de músicos inexpertos, sino a cuatro jóvenes ejecutantes capaces de contribuir a los cambios que él quería imponer a su música. "Resultó una experiencia fantástica trabajar con un genio como Miles Davis. Yo escuchaba su música desde los años cincuenta. Aunque no lo escuché mucho después de los sesenta, cuando dejé de tocar con él, me gusta la música de todos sus periodos. Fuimos grandes amigos".
En su autobiografía, Miles Davis recuerda su relación con estos músicos: "Yo tenía fe en Tony, Herbie, Wayne y Ron para tocar cualquier cosa que deseáramos... Si yo era la inspiración, la sabiduría y el eslabón en esta banda, Tony era el fuego, la chispa creativa; Wayne era el conceptualizador de muchas de nuestras ideas musicales; Ron y Herbie eran las anclas. Yo sólo era el líder que nos reunió".
Durante seis años el quinteto tocó siempre sobre el filo de la navaja. A lo largo de cada presentación la música crecía: muchas de las composiciones se enriquecían tanto que después de un tiempo diferían de las versiones originales. Grabaciones como Filles of Kilimanjaro, Miles in the Sky, Seven Steps to Heaven, ESP, Sorcerer, Miles Smiles y Nefertitti -todas editadas por Columbia- definieron buena parte del jazz de los sesenta.
Un tanto parco en sus declaraciones, Ron Carter sólo necesita de una frase para sintetizar la importancia de su trabajo al lado del trompetista: "Con Miles aprendí a tocar bien todas las noches". Este no es sólo un tributo a Miles, sino también a la música que creamos y a nuestra determinación de mantener viva esta parte de la historia".
Su relación con Miles Davis es un capítulo de una historia que involucra sesiones al lado de músicos como McCoy Tyner, Herbie Hancock, Gerry Mulligan, Gato Barbieri, Milt Jackson, Sam Rivers, Stan Getz, Coleman Hawkins, Michel Legrand y Freddie Hubbard, por nombrar a los primeros que se vienen a la mente.
El sonido de su contrabajo es siempre impecable, elegante, sobrio. Aunque disfruta del trabajo de ejecutantes de bajo eléctrico como Marcus Miller, su gran pasión sigue siendo el sonido profundo que sólo puede ser producido por un instrumento acústico. "El contrabajo es todo para mí", dice uno de los músicos más solicitados en los estudios de grabación.
RonCarter ha contribuido a liberar al contrabajo de su papel como instrumento de la sección rítmica para darle una voz solista. Al frente de un cuarteto integrado por contrabajo, piano y batería, Ron conduce su música con el sonido poco frecuente del contrabajo piccolo (instrumento intermedio entre el cello y el contrabajo).
Además de sus compromisos con otros músicos, sigue trabajando con su cuarteto al que en ocasiones le agrega cuatro cellos para expandir los horizontes de sus composiciones hacia un trabajo orquestal.
El sonido profundo de su contrabajo ha sido el acompañante idóneo en sus duetos con el guitarrista Jim Hall (Alone Together, Milestone), el saxofonista Joe Henderson (The State of the Tenor) y el acordeonista Richard Galliano (Panamanhattan).
La utilización de acordes con dos o tres cuerdas y el uso de todos los registros del instrumento llenan los huecos que pudieran surgir al no contar con el apoyo del piano y la batería.
Para Ron Carter trabajar en duetos no implica necesariamente la utilización de mayores habilidades en el instrumento. "Es diferente, no necesariamente más difícil, pero sí diferente. En un grupo de cuatro ó cinco ejecutantes compartes igual número de puntos de vista, mientras que en un dueto el discurso debe ser sostenido sólo por dos músicos".
Ron Carter ha seguido al pie de la letra las enseñanzas de su maestro Miles Davis. En cualquiera de sus grabaciones o en concierto, ya sea con su propio grupo o acompañando a otros músicos, se mantiene firme en el reto de tocar mejor que el día anterior. Con voz pausada, que sugiere la melodiosidad de su contrabajo, asegura: "El jazz me ha brindado cosas maravillosas, pero aún hoy trato de tocar algo diferente todos los días".
CoverArtWorld 2008
Fuente: Ron Carter Website
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