25/12/07

Oscar Peterson · In Memoriam


Falleció Oscar Peterson, uno de los grandes

El pianista y compositor de jazz canadiense Oscar Peterson falleció el domingo 23 de diciembre, en su casa de Toronto, a los 82 años.
Oscar Peterson, que tocó con los nombres más importantes del jazz en más de 60 años de carrera, se distinguió por su dominio del piano.
Nacido en Montreal el 15 de agosto de 1925 en una familia modesta, comenzó su carrera en 1943, convirtiéndose en el primer músico negro de una orquesta de baile popular de la metrópoli quebequense.



Su carrera cobró impulso en 1949 cuando el empresario estadounidense Norman Granz lo presentó en Estados Unidos como invitado sorpresa en su espectáculo Jazz at the Philharmonic, con los mayores músicos estadounidenses, en un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York.
Esta breve presentación, a los 24 años, causó sensación y marcó el debut de su carrera internacional. A partir de entonces realizó regularmente giras por Europa, a menudo en compañía de la cantante Ella Fitzgerald.
Entre los numerosos otros artistas con los que trabajo figuran Roy Eldridge, Stan Getz, Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Joe Pass, Ben Webster o Lester Young.



Después de 50 años de éxito, en 1993 durante un espectáculo en Nueva York sufrió un accidente cerebrovascular. Terminó sin embargo el concierto, pero debió anular una gira europea.
Tras ese problema de salud continuó componiendo, pero a un ritmo más lento, y debió renunciar en 2007 a participar en el festival de jazz de Toronto.


Texto publicado en Diario La Nación
Buenos Aires 24.12.07

Oscar Peterson Website


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Oscar Peterson en Mallorca

Oscar Peterson visitó Mallorca en 1988. Aquel año se celebraba en Palma la octava edición del Festival Internacional de Jazz patrocinado por el Ayuntamiento de la ciudad y organizado por el empresario Miquel Jaume, director de Trui Espectacles.



Aunque sería un buen tema para otro artículo, no está de más recordar que entre el 10 de noviembre y el 12 de diciembre, el programa del Festival incluía 32 (!) conciertos: siete de ellos en el Teatro Auditorium -algunos dobles-, y los demás en distintos puntos de la ciudad. El público de la isla pudo disfrutar con las actuaciones de unos doce grupos de músicos residentes en Mallorca y de la presentacíón de grandes figuras del mundo del jazz, tales como Jack De Johnette, Chick Corea, Scott Hamilton, Jaki Byard, Mal Waldron, Philip Catherine y por supuesto, el pianista Oscar Peterson, que en el concierto del sábado 19 de noviembre se presentó con su habitual formato de trío, acompañado por Steve Wallace, en el contrabajo y Bobby Durham, en la batería.



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Oscar Peterson · Dedos implacables

Después de Art Tatum no parecía posible que un pianista pudiera pasearse por el teclado con tal habilidad y rapidez, pero a principios de la década de los años 50 llegó Oscar Peterson desde Canadá y destrozó el mito. Desde entonces, y durante décadas, Oscar Peterson ha representado la máxima aspiración de un pianista de jazz: conocimiento absoluto del instrumento, rapidez de ideas y ejecución, sentido del blues, imbricación con los parámetros más rigurosos del jazz.

Pero también ha tenido sus detractores, tanto entre la crítica especializada como entre sus colegas: la exuberancia técnica ha sido a menudo colocada en el lugar de la inspiración, típico error en el que caerían aquellos artistas tocados por la mano de Dios pródiga en habilidades. Ni un extremo ni otro: efectivamente, Peterson es un instrumentista realmente sorprendente, pero su causa jazzística -o sea, la fidelidad a su acervo cultural- funciona como muro de contención y asimismo como efecto regulador.



Si bien es cierto que en los tempi veloces sus dedos se disparan implacables y producen vértigo, también es igualmente cierto que en las baladas y los tempi medios emerge claramente el colorista de la música, el investigador de sonidos y matices. ¿Qué más se le puede exigir a un improvisador de jazz?
La alegría y un optimismo suave y sugerido son las premisas en las que se basa la música de este gigante.

Texto extraído del CD Oscar Peterson
Colección Maestros del Jazz & Blues. España 1995.





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Oscar Peterson Trio with Clark Terry · 1964





Notas de presentación en la contratapa del álbum escritas por Oscar Peterson.

Este álbum básicamente fue idea mía: se grabó con el propósito de reunir al Trío, naturalmente, con Clark Terry, por el que tengo un gran afecto musical.

Creo que Clark personifica de muchas maneras varias de las facetas musicales que admiro. Tiene una mente creativa, es un gran técnico. Se enfrenta de manera muy interesante a la línea melódica, lo cual me tiene especialmente intrigado porque esta es una faceta que siempre admiro en cualquier músico.

Considero que es un desafío poder interpretar una línea melódica a la manera del jazz, sin perder tampoco la espontaneidad que generalmente esta ligada á este tipo de interpretaciones.

En cuanto a las melodías en este disco, considero que contiene una gran variación de tiempos y estilos e intenciones rítmicas. Debo confesar, aquí y ahora, que mi canción favorita del álbum es la versión de Clark de Mack the Knife, y digo de Clark porque me parece que esta melodía le pertenece a él.

Se dice que una música se ha extendido y yo considero que Clark Terry se extendió, más de lo que hubiera podido imaginarse en esta canción en particular.
En Blues for Smedley, creo que se puede oír el sonido arenoso de Clark Terry y el Trío. Es una pieza de blues de humor feliz. Original mío, escrito para Norman Granz.

Estoy especialmente orgulloso de la sección rítmica, y cuando digo orgulloso de la sección rítmica, quiero decir que estoy orgulloso de formar parte de ella, porque esta banda en particular me recuerda muchísimo algunas de las noches intensamente musicales que vivimos a lo largo de los años en Jazz at the Philharmonic, yendo de gira con personas como Illinois Jacquet, Flip Phillips, Ben Webster, Coleman Hawkins, etc., algunos de los grandes músicos del swing, algunos de los verdaderos creadores.



Creo que Clark hizo un trabajo admirable en esta banda, también encuentro que se
adaptó al feeling de cada selección en particular, lo cual es difícil ya de por sí. Muchos músicos hoy, en mi opinión, asisten a varias sesiones de grabación, e interpretan su música con una única actitud durante la sesión entera.

Tengo la impresión que, en este álbum, Clark Terry cambió magníficamente de feeling y estilo en cada melodía. Por ejemplo, en They Didn't Believe Me, encuentro que su feeling es casi pensativo y melancólico. El sonido de su flugelhorn es muy distinto. Alternó, durante la grabación, entre el flugelhorn y la trompeta, y para la versión de They Didn't Believe Me escogió el flugelhorn.

En Squeaky's Blues, también original mía, escrita para mi secretaria Joanie Spears, están el Trío y Clark en pleno vuelo. Esta es una melodía que creo tiene mucho swing, pero de una manera muy delicada, para conseguir el feeling que nos proponíamos en esta canción en particular.



Voy a decir una cosa, y esa es, que durante toda esta sesión de grabación, estaba muy contento y feliz porque tuve la ocasión de usar mi propio piano. Esto es algo a lo que posiblemente muchas personas no atribuyen gran importancia. Sin embargo, si nos detenemos a pensarlo, muchos pianistas clásicos se llevan consigo sus propios pianos, y encuentro que eso les da una ventaja porque la mayoría de los pianistas que viajan por los Estados Unidos, actuando digamos en clubes de jazz, distintos clubes cada semana, distintos recintos cada noche si están de gira dando conciertos, no pueden aprovecharse de sus propios instrumentos particulares. Por otro lado -y lo encuentro estupendo- los músicos que tocan el bajo, los baterías, los trompetas o saxofones, tienen la oportunidad de tocar su propio instrumento musical noche tras noche.

De hecho, he visto a varios solistas ponerse nerviosos porque alguna cosa había ido mal en medio de una actuación y tenían que pedir prestada una lengüeta o un instrumento de boquilla o trompeta. Esto es muy importante para un músico. Esta es la primera vez en mi vida que he podido usar mi propio piano cuando grababa. Encuentro que en este álbum toqué con mucha más facilidad, en comparación con muchos otros LPs, porque siento que tengo una comunicación con mi propio instrumento.

Hablando de mi propio instrumento, de manera egoísta, debo decir que me siento bastante orgulloso de la introducción, a piano solo, de They Didn't Believe Me. A lo largo de los años he sido un entusiasta de Art Tatum, todavía lo soy y supongo que lo seré siempre.
Esto no se ha hecho como dedicado a él, pero si de algún modo cae dentro de su campo, no me siento avergonzado de ninguna manera porque creo que él personificaba todo el instrumento. Era, y es, el piano.



Quiero decir algo sincero acerca del joven que mantiene el puesto de percusión en el Trio, Ed Thigpen.
Cuando se entra en un grupo como último miembro, éste carga con el trabajo más difícil y más ingrato. Ed Thigpen se incorporó al nuestro hace aproximadamente cinco o seis años. Ray y yo creemos que estábamos ya situados en el mundo del jazz. Posiblemente Ed lo estaba hasta cierto punto, habiendo actuado con personas como Billy Taylor, Bud Powell… Sin embargo, a veces cuando se entra en un grupo, digamos un trío, donde los otros dos miembros quizás han estado más a la vista del público, la gente no hace caso al tercero; creo que los oyentes tienden a ignorarle o todo lo más, no le juzgan como debidamente merece.

Creo que cualquiera que escuche este álbum debería prestar gran atención a Ed Thigpen en Blues For Smedley y también en Brotherhood of Man.
En Brotherhood of Man, interpreta un espléndido break no solamente en mi solo de piano sino también en el solo de trompeta de Clark. Interpreta dos breaks que son dos de las más grandes intervenciones en si mismas que haya oído tocar por ningún batería.

Ray Brown es naturalmente la base del Trío. De él dependemos; nos proporciona una línea sólida y creativa. En mi opinión, interpreta unos solos fantásticos, y no conoce límites cuando se trata de inventar voces para acompañar mi trabajo al piano.



En resumen, tengo que decir que este álbum representa para mí lo que considero una sesión verdaderamente feliz. Siempre he pensado que Clark Terry es un músico mucho mejor de lo que se le juzga. Estoy seguro que esta grabación servirá por lo menos para presentar a Clark Terry a aquellos oyentes de jazz que no hayan oído hablar de él, y para recordar su grandeza, a los entusiastas seguidores del jazz.

Oscar Peterson



Ficha Técnica



Oscar Peterson Trio with Clark Terry
Brotherhood Of Man (F.Loesser)
Jim (N.Shawn/C.Petrillo/E.Ross)
Blues For Smedley (O.Peterson)
Roundalay (O.Peterson)
Mumbles (C.Terry)
Mack The Knife (K.Weill/B.Brecht)
They Didn't Believe Me (J.Kern/H.Reynolds)
Squeaky's Blues (O.Peterson)
I Want A Little Girl (M.Mencher/B.Mall)
Incoherent Blues (C.Terry)



Oscar Peterson, piano
Ray Brown, bass
Ed Thigpen, drums
Clark Terry, trumpet & flugelhorn

Diseño: Helmut Schiefer
Mercury Records, 1964.

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